sábado, 6 de mayo de 2017

TRABAJADOR





Las personas con EM a veces oyen que se debe dejar de trabajar para controlar el estrés. El desempleo puede no curar el estrés, al contrario, estar desempleado puede causar más estrés. La relación entre el trabajo y el estrés es compleja.
Cuando a una persona le diagnostican una enfermedad crónica ESCLEROSIS MÚLTIPLE (EM), él o ella decide si quiere o no contarlo, Es una decisión solo suya y depende de muchas cuestiones que engloban al individuo, su personalidad y su situación social, laboral, familiar. Nadie puede obligar a nadie a contar que está diagnosticado de esta enfermedad. El trabajo productivo puede ser parte de una vida plena y de satisfacción para estas personas, tener esclerosis múltiple (EM) no significa el final de ser productivo.
En la actualidad, existen nuevos tratamientos y una importante sensibilidad social con los afectados por la enfermedad. Todo ello hace que abandonar el empleo no sea siempre la primera opción. La clave está en el propio paciente. Nadie conoce mejor que el paciente los síntomas de la enfermedad y cómo puede manejar las crisis, El diagnóstico y la convivencia con EM no implican necesariamente la salida de la persona de su rol laboral como trabajador activo.

En contra del estigma social asociado, la EM no es siempre una enfermedad para discapacitado ni excluirlo de una participación laboral activa, El trabajo es uno de los pilares fundamentales que conforma la identidad de la persona, aportando las vivencias de seguridad, utilidad, vínculo, relación, participación social, etc. Es importante para paciente el bienestar y que continúen llevando una vida participativa socialmente en relación a la familia, los apoyos sociales, ocio, aficiones, etc.

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